Los policías encabezados por el agente del ministerio público, Miguel Zúñiga, derribaron la puerta de la entrada, la siguiente que está después del patio, una más que tenía llave y estaba asegurada con una aldaba, hasta llegar a su cuarto la que golpearon para que abriera. “Policía federal, abran, abran”, le dijeron.
El poeta chiapaneco Javier Molina, denunció que policías federales irrumpieron en su domicilio en San Cristóbal de las Casas, donde tiraron la puerta, ingresaron a su recamara, catearon su casa y revisaron todas sus pertenencias en busca de drogas.
Javier Molina, corresponsal de La Jornada para temas culturales de Chiapas, explicó que el pasado lunes cuatro policías federales uniformados lo despertaron a las 6:30 de la mañana cuando golpeaban la puerta de su habitación.
Los policías encabezados por el agente del ministerio público, Miguel Zúñiga, derribaron la puerta de la entrada, la siguiente que está después del patio, una más que tenía llave y estaba asegurada con una aldaba, hasta llegar a su cuarto la que golpearon para que abriera. “Policía federal, abran, abran”, le dijeron.
En su cuenta de Facebook el poeta relató que se identificó ante el agente del ministerio público Miguel Zúñiga, a quien le enseñó su credencial de La Jornada, así como la identificación de una revista y le explicó a qué consistía su trabajo, a qué se dedicaba.
“Miguel Zúñiga me dijo que pertenecía a la Procuraduría General de la República (PGR); que había una orden de un juez por una denuncia recibida, pero no me dijo de quien, y no me enseñaron la orden de cateo”, contó el poeta.
Señaló que llamó por teléfono al periodista Elio Henríquez, corresponsal de La Jornada en Chiapas, así como a otros amigos, quienes acudieron de inmediato a su domicilio.
Luego de revisar todas sus pertenencias los policías se retiraron en una camioneta azul marino que estacionaron frente a su domicilio donde vive desde hace 21 años, desde que regresó de la ciudad de México donde residió por muchos años.
Después de 10 minutos el agente del ministerio público Miguel Zúñiga, regresó a su domicilio acompañado de un policía para decirle que como persona humana que era, le dejaba mil pesos para que arreglara su puerta.
Indicó que los policías le dijeron que estuvieron tocando la puerta pero como no abrió, la tiraron porque llevaban una orden de cateo de juez federal.
Javier Molina de 71 años, dijo que la casa donde vive ubicada en la calle Primero de Marzo número 44 en San Cristóbal de las Casas la ha ocupado durante los últimos 21 años, la cual es de su propiedad pues la heredó de su madre y su tío ya fallecidos. A su lado está el número 42 que pertenece a su hermano Roberto Molina Estrada, quien radica en la ciudad de México, pero en el domicilio vive uno de sus hijos.
El periodista aclaró que aunque no fue golpeado, ni lo tocaron los policías, se sintió intimidado. Dijo que no es la primera vez que le ocurre algo similar.
Javier Molina, pidió la intervención del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
Fuente
7:57 a.m.
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