Los planes iniciales no siempre acaban cumpliéndose, porque surgen imprevistos. Esto es lo que puede haberle pasado a Microsoft con el desarrollo de su nuevo sistema operativo, Windows 9.
El reciente anuncio por parte de China sobre la prohibición de usar Windows 8 y Windows 8.1 en los ordenadores de la administración parece haber sido la causa. El gobierno chino tampoco estaba demasiado contento con que Microsoft terminara definitivamente con las actualizaciones de Windows XP. Ahora, la quejas gubernamentales de China están dirigidas contra la integración del almacenamiento en la nube y de la interfaz moderna (Modern UI) dentro de Windows 8.1 y Windows 8. El tamaño del mercado chino no es nada despreciable, ni siquiera para una multinacional como Microsoft.
Los de Redmond están haciendo cambios drásticos en el proyecto Windows 9, según informa Winbeta. Estos cambios afectan al acceso de sus empleados a las pruebas de ese operativo. En lugar de estar libremente disponibles en la red corporativa, la compañía ha establecido cortapisas para evitar las filtraciones. Cada versión de prueba se asigna personalmente, de forma que sea fácilmente rastreable.
Además, la distribución está vetada a los empleados de determinados países. Por ejemplo, los trabajadores chinos de la compañía ya no pueden solicitar nuevas versiones de prueba, y parte de la plantilla rusa también sufre restricciones.
La prohibición del gobierno chino ha forzado a Microsoft a introducir modificaciones en el desarrollo de Windows 9, que todavía se encuentra en fase alfa. Al menos en ese sentido apuntan los rumores que publica el foro de WZOR, un grupo ruso de hackers; allí señalan que Microsoft habría eliminado la integración de la nube dentro del nuevo sistema operativo y que además habría desactivado completamente la interfaz moderna 2.0, al menos para la versión de Windows 9 para empresas. Y es que, desde diciembre del año pasado, se conocía que Windows 9 seguramente va a venir en tres variantes: una táctil, otra normal tradicional y una tercera específicamente diseñada para empresas, según ZDNet.
El equipo de software de la compañía está bastante atareado, porque está desarrollando en paralelo dos Windows distintos. El primero sería una segunda actualización para Windows 8.1 y el otro sería un operativo completamente nuevo, ahora conocido como Windows 9. La segunda actualización de Windows 8.1 ya estaría casi finalizada. En cambio, la llegada de Windows 9, inicialmente prevista para la próxima primavera, parece que puede acabar trasladándose a finales del segundo trimestre e incluso al tercer trimestre del año 2015.
Otro cambio está relacionado con la recuperación del menú de inicio, que en principio estaba previsto para la segunda actualización de Windows 8.1. Actualmente, parece más probable que Microsoft lo reserve para Windows 9 por razones de marketing y para complacer al gobierno chino, según Myce.
TuExperto
9:36 a.m.
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